TU CARA ESPEJO DE TU SALUD
Empezar nuestro día mirándonos al espejo, puede ser una práctica crucial para prevenir problemas de salud. Y es que la cara es una gran ventana resume toda nuestra experiencia vital. ¿A quién no le han dicho “haces mala cara”? Probablemente el otro percibe que andamos cansados por no haber dormido suficiente la noche anterior o que sobrellevamos algún pesar ya sea físico, cognitivo o emocional.
La cara refleja nuestro estado anímico y una nueva investigación científica apoya que también refleja nuestro estado de salud física y mental. Así lo confirma la Universidad de Oxford en el British Journal of Dermatology (Mekic et al., 2023).
Si bien se sabe que verse mayor para la edad cronológica (la edad real) se asocia a una mayor tasa de mortalidad, no está claro cómo se relaciona la edad facial percibida con la morbilidad y cómo el grado en que el envejecimiento facial refleja también el envejecimiento sistémico del cuerpo.
Mekic y su equipo (2023) han diseñado una investigación en la que han observado que entre los participantes que parecían más jóvenes también se halló una menor prevalencia de la osteoporosis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las cataratas y la pérdida auditiva relacionada con la edad. Además, estos participantes también demostraron una mejor cognición global.
La humanidad siempre ha buscado la fuente de la eterna juventud y este deseo de preservar la apariencia juvenil parece más relevante hoy que nunca. Investigar la función del rostro y su código parece imprescindible para mejorar nuestro bienestar, pudiendo erigirse como marcador biológico de gran valor para tener en cuenta en los programas preventivos de salud mental, psicosocial y física.
El rostro resume la mayoría de nuestros sistemas:
- El nervioso, gracias a todas las terminaciones nerviosas y a los ojos, que son en sí parte del cerebro.
- El auditivo, a través de nuestras orejas.
- El cardiovascular, con la capitalización del rostro.
- El respiratorio, por medio de la nariz que forma parte del sistema respiratorio.
- El digestivo, a través del aparato orofacial constituido por los labios, dientes, lengua y maxilar superior e inferior.
- Y el locomotor, con la musculatura facial que nos permite gesticular, pero principalmente con la mandíbula que es una articulación importantísima por su función masticatoria, que parece fundamental para el correcto neurodesarrollo (Tsai, Lee, Chang y Wu, 2018).
Mens sana in corpore sano, es algo que se resume en la cara también.
Referencias bibliográficas:
Mekic, S., Pardo, L., Gunn, D., Jacobs, L., Hamer, M., Ikram, A., Vinke, E., Vernooij, M., Haarman, A., Thee, E., Vergroesen, J., Klaver, C., Croll, P., Goedegebure, A., Trajanoska, B., Kavousi, M., Roos, E., Brusselle, G., Kayser, M. y Nijsten, T. (2023). Younger facial looks are associate with a lower likelihood of several age-related morbidities in the middle-aged to elderly. British Journal of Dermatology, 188, 390-395. https://doi.org/10.1093/bjd/ljac100
Tsai, C.-Y., Lee, H.-P., Chang, H.-M., & Wu, F.-C. (2018). Masticatory hypofunction effects induced by BTXA injection of hippocampal neurons in developing rats. Archives of Oral Biology, 96, 122–129.https://doi.org/10.1016/j.archoralbio.2018.09.005